¿Cuántos somos?

Columna publicada en febrero de 2007 en el periódico Extremadura al Día


¿Cuántos somos?

Consistorios, candidatos, partidos políticos regionales, municipalidades, se frotan las manos porque cada día que muere se acercan los comicios que pueden llevarles a la presidencia o a la alcaldía de su municipio o localidad. Se quiera o no, estamos en periodo electoral, en una campaña permanente alentada por unos y otros, donde lo más interesante para las arcas consistoriales es ganar el pulso que se mantiene con el rival y apropiarse así de los votos que, a priori, serían ajenos.

El primer paso es hacer recuento, pero no de votos, sino de votantes. Y es esto lo que para algunos ha supuesto ya el primer bache de la contienda. Municipios como el cacereño Alcollarín o el alicantino Pego, se esfuerzan por explicar, de una manera asequible a los oídos de los votantes, que se ha seguido la legalidad, cuando, en el recuento del padrón municipal o se restan o se suman votantes según interese.


En el caso que nos toca (por atender una de las reglas del Periodismo que dice que prestamos más interés a lo próximo), en Alcollarín, lo que ha sucedido es bien simple:

Mientras el alcalde, del PSOE, Adrián Rodríguez, se esfuerza por explicar que se ha dedicado a hacer una “revisión obligatoria del censo”, la oposición, del PP, denuncia (con todas las de la ley) “irregularidades” en el proceso, pues al consistorio no se le ha ocurrido otra cosa más que dar de baja a más de 46 personas del padrón municipal, parece ser que seguidores del PP.

Incrédulos y sorprendidos los lectores, la que firma esto que leen, y seguramente los habitantes de este pequeño municipio cacereño, no nos queda otra que admitir que el juego de la política tiene una regla clara: todo vale, pese a la democracia, pese a la equidad de derechos y pese al derecho mismo, al que sólo interesa apelar cuando se echan piedras sobre el propio tejado de uno.

El PP quiere que se siga la ley, que obliga a mantener actualizado el padrón, no sólo cuando sospechosamente se acercan unas elecciones. El PSOE, niega las afirmaciones de su oposición y tacha de “mentiras” todo lo que éste vierte sobre él.

Curiosa manera de entender, de actuar y de gobernar. Porque al contrario de lo que muchos alcaldes seguramente piensan, para llegar adonde están, no debe hacer falta mentir, no debe hacer falta faltar a las normas y mucho menos no debe hacer falta borrar y sumar cabezas en el esbozo de su localidad.

Porque a mi modesto entender, la política, como la vida, no debe ser un juego de intereses sino el juego de los conflictos, de la administración de recursos, de las ideas. El juego que orienta la vida civil de aquellos a los que queremos borrar de una lista censal porque no interesan en nuestro ‘sumergido’ programa político… y gubernamental.

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